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sábado, 3 de junio de 2017
Colibríes
La sociedad, como organismo viviente que es, encuentra su estabilidad a través de fuerzas que provienen de una miríada de bucles de interacción negativamente acoplados. Estos bucles de feed-back se hallan en rápido y constante funcionamiento. La evolución de la sociedad como tal, en épocas regulares, es relativamente lenta comparada con la actividad de los bucles; un poco como un colibrí, que gracias a su extraordinariamente rápido aleteo puede mantenerse "inmóvil" en el aire o desplazarse muy lentamente. En el caso del colibrí existe un órgano central que coordina los movimientos con una suerte de volición. En el caso de la sociedad el papel del órgano central lo asumen los códigos morales, la tradición, las creencias, el modo-de-estar-en-el-mundo,....El órgano central de una sociedad es relativamente estable, sostenido y con capacidad auto-reparadora en épocas de estabilidad histórica. En épocas de cambio el órgano se debilita y coordina de forma mucho menos efectiva la actividad de los millones de bucles de feed-back. El resultado lógico es la incertidumbre sobre el futuro próximo. Cualquier bucle un poco desbocado puede acoplarse positivamente y arrastrar a otros bucles concurrentes pudiendo perderse fácilmente la contención de toda la estructura. En ese punto nos hallamos. Está en nuestras manos la sostenibilidad del planeta.Está en nuestras manos el futuro de Internet. Está en nuestras manos la ética social. Está en nuestras manos la paz mundial...¿Está realmente todo eso en nuestras manos?
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3 comentarios:
Hola Carles:
Tu pregunta hay que contestarla, creo, dos veces. Una vez si, otra vez no. Seguramente nada está en nuestras manos, pero si nos quedamos con ese convencimiento, definitivamente no lo estará. Por lo menos, seamos capaces de batir las alas.
Un abrazo.
Rosa.
Hola Carles,
A la difícil pregunta con que cierras este post, yo sólo puedo dar una respuesta personal y esta sería que no está en mis manos remediar los grandes males del mundo (lo estaría quizas en el caso de los grandes líderes políticos, económicos, espirituales, y ya vemos cómo van las cosas...)
Para no quedarme sólo con una respuesta negativa creo que lo único que podemos hacer la gente corriente es no transmitir ni aumentar el mal que nos llega
(y aún eso mismo a veces parece difícil!)
Los professores/educadores tenemos una cierta obligación moral de ser idealistas. El el caso de la Música (o de las artes en general) estoy convencida de su enorme beneficio, dignifica y embellece la vida de una persona y de la sociedad, pero no debemos ser ingenuos y reconocer que su alcance es sólo individual o bien afecta a un círculo reducido de personas.
Creo que una máxima de la medicina antigua era "primum non nocere" y aunque parece una máxima modesta y sencilla no lo es: obliga a discernir lo que está bien y lo que no y a responsabilizarnos de las decisiones que tomamos.
Salutacions
Filo
Hola Rosa y Filo,
Vuestras respuestas son absolutamente "assenyades" y me identifico plenamente con ellas. El mensaje del post viene a ser el de la complejidad: el todo es más que la suma de las partes y ninguna de ellas, por poderosa que sea, puede controlarlo. Me sumo a la máxima galénica y me declaro entusiasta practicante del batir de alas.
Moltes gràcies i bon estiu
Carles
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