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viernes, 29 de julio de 2011

Romanticismos

                        La parte más negativa de las posiciones comunes es su carácter insidioso. No se notan. Te encuentras sumergido en un caldo social y cultural hacia el que tus percepciones, a fuerza de contacto, han perdido ya su sensibilidad. En una conversación reciente, y al comentario de mi interlocutor –para nada proveniente del campo de las ciencias “objetivas”, debo recalcar-, de que la bioquímica determinaba tales y cuales comportamientos, alegué que sí, que la bioquímica era el correlato “externo” del asunto. Entonces mi interlocutor me miró con cara rara, como si estuviera frente a un habitante del pleistoceno con sospechosos ribetes vagamente “a-científicos”, “irracionales”, “ocultistas” o, peor aún, “religiosizantes”. Al cabo de un momento, en un nuevo comentario, mostró su solución mágica frente a la imposibilidad de conjuntar una visión chata del mundo como la que había abrazado hacía un instante con el mundo interior no reconocido por el contexto social-cultural predominante: el romanticismo. El romanticismo como posición desesperada, como regresión a los supuestos orígenes prístinos, vírgenes, ante la imposibilidad de evolución en la dirección aparentemente única que nos plantea nuestro entorno más visible, nuestra posición común (aunque mucho menos común de lo que muchos creen). ¿Tanto cuesta ver que los pensamientos, el dolor (físico ó emocional), la felicidad, el goce estético, la compasión y otras mil cosas son experiencias personales que tienen sus correlatos “externos” observables, pero subjetivas (ó intersubjetivas) y vividas únicamente en primera persona? (y que todo ello no tiene nada que ver con la supuesta irracionalidad ú ocultismo, términos todos ellos que hacen solamente referencia a otra posición común, otro cliché). Respecto a la des-integración involutiva romántica, acabo de leer una cita de Michel Focault que viene como anillo al dedo: Creo que hay una tendencia fácil y generalizada que debemos combatir: la de designar como nuestro primer enemigo aquello que acaba de ocurrir, como si siempre fuera la peor forma de opresión de la que nos tenemos que liberar. Esta simple actitud implica una serie de peligrosas consecuencias: primera, una tendencia a buscar una forma barata de arcaísmo o una antigua forma imaginaria de felicidad que la gente, de hecho, nunca tuvo. En este odio al presente hay una peligrosa tendencia a invocar un pasado totalemente mítico. Gran parte de los movimientos del New Age, dicho sea de paso, caen dentro de esta descripción.


lunes, 18 de julio de 2011

Elección peligrosa


                        Hace unos treinta años, poco más o menos, y copciónmo parte de los hechos indicativos de la desestructuración de un modelo social, muchos de los responsables de instituciones de la más diversa índole hicieron una elección peligrosa. Prefirieron rodearse de individuos incompetentes pero afectos, desprendiéndose a la vez de los más competentes, pero con un sentido crítico más comprometido. Cuando en una jerarquía uno de los niveles muestra este tipo de comportamiento se produce un desfuncionamiento que acaba por alcanzar a todo el sistema. ¿Qué buscaban los (i)responsables con tal elección? Perpetuar, sin duda, su status evitando que los estratos inferiores bregaran por ocupar su lugar. Se cambió el equilibrio móvil por el inmovilismo forzado. Una vez consumada la elección, el pacto de no-agresión y de no-crítica siguió de forma natural. Los problemas quedaron estancados y no se pudieron solventar (o, al menos, considerar) hasta un recambio jerárquico (que ahora sí, hecho consumado, aceptó y perpetuó la elección ponzoñosa de su antecesor, buscando nuevos subordinados a-críticos afectos a la nueva línea). Y como diría Jacques Brel, et la crise arriva….et nous voilà ce soir……

sábado, 9 de julio de 2011

Movimientos


La Traslación es el movimiento que nos lleva hacia un objetivo y que por concatenación nos hace recorrer un espacio de objetos. La Rotación es el movimiento que nos centra en nuestra interioridad y nos hace partícipes de la naturaleza de los procesos. La condena de la traslación es el eterno vagar errante por no hallar el objeto deseado; la condena de la rotación es el eterno girar sin encontrar el centro inmóvil.   Los occidentales han buscado su cielo mediante la traslación; los orientales su nirvana mediante la rotación. El movimiento que se corresponde con la globalización es el de vibración, partícipe de los dos anteriores pero diferente a ellos. Resulta de la proyección unidimensional de la bidimensional rotación y da la sensación de traslación truncada, pero la Vibración es el movimiento de la resonancia, de la correspondencia, del símil, la participación, la respiración, el cosmos.

miércoles, 6 de julio de 2011

Rarezas

           
Cuando, en un contexto convencional, hablamos de alguien ó algo raro, inmediatamente nos hacemos con una imagen mental claramente negativa, asociada con comportamientos a-sociales, hechos inverosímiles ó extravagancias varias. Y raro simplemente denota poco abundante, que se sale de lo común sin llegar tampoco a ser excepcional. Si es en lo común en donde desplegamos nuestro campamento base, entonces todo lo que se salga de esta zona confortable despertará en nosotros emociones negativas. Si por lo común entendemos la mediocridad diaria –por dorada que sea- entonces lo raro puede verse como una escapatoria a la estupidez cotidiana. Cuando leyendo un libro de ideas encuentras una con la que resuenas especialmente tienes la sensación de haber encontrado un diamante ó una pepita de oro. Cuando en la misma situación encuentras la idea con la que resuenas especialmente cada dos páginas (existen autores muy interesantes, pero sumamente repetitivos), a cada nueva repetición la sensación de que el diamante pueda ser en realidad un trozo de vidrio va constantemente en aumento. En las ciencias de la naturaleza, la utilización histórica del epíteto raro conlleva un significado similar. Una atmósfera rarificada es aquella en la que existe poca cantidad de gas y, por consiguiente, poca presión. El grupo de elementos químicos lantánidos se había llamado antiguamente el de los elementos de tierras raras. Los lantánidos están diseminados por toda la superficie terrestre, pero en concentraciones más bajas que otros elementos químicos. Parece como si cada vez más lo bajo, lo feo y lo sucio fueran lo habitual y lo elevado, lo hermoso y lo limpio, lo raro (y que conste que este no es un discurso de internado de señoritas de otra época). No estoy hablando precisamente de una mera traslación hacia nuevos ejemplos que amplíen los citados conceptos. Estoy hablando, más bien, de nuestra complacencia en las regresiones. ¿Cualidades raras hoy en día? La elegancia, la discreción, la modestia, el saber-hacer y la autoestima. Amén.