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lunes, 7 de septiembre de 2020

Nocturno

 

El teléfono sonó a las 3:30 am, despertando súbitamente a Salviati, quien se llevó un susto de muerte. ¿Sería una llamada para informar de una desgracia? ¿Una llamada de aquellas que no tienen espera? Cuando descolgó el auricular a duras penas tuvo aliento para articular un monosílabo:
-¿Si!?
-He estado pensando y ¡creo haber descubierto una gran contradicción en tu manera de pensar!
El alma de Salviati pasó del estado de vilo al de cabreo sin solución de continuidad.
-¿Simplicio? ¿A estas horas de la noche? ¡Un poco de respeto por el descanso ajeno!
-¿Horas? Perdón amigo mío: ya sabes que profeso el insomnio desde tiempos inmemoriales! Como te decía, he estado meditando sobre nuestro último diálogo y hay algo que no me cuadra. Tú propones una contingencia general como ley de vida ...
-Yo propongo una contingencia particular únicamente como gimnasia intelectual, Simplicio.
-Lo que te sitúa cerca de la postmodernidad, mientras que tu visión evolutiva te aleja de ella ...
-Ciertamente, Simplicio, y es por ello que considero a la postmodernidad como una crisis de cambio y no como una situación mínimamente estable.
-¿Y qué diferencia una crisis de una situación estable? Salviati: las cosas, desengáñate, son o no son.
-¿Son o no son? Este pensamiento conviene a Platón o a Shakespeare, caro Simplicio, pero no a mí.
-Explicate Salviati porque no te entiendo.
-Por un lado la postmodernidad considera el mundo de manera absolutamente contingente, sin posibles esquemas fijos ahistóricos y por otro se quiere salir de la historia proclamando su fin, lo cual crea instantáneamente un esquema fijo ahistórico. Una nueva manera de enunciar la falacia de la postmodernidad.
-¿Y si la evolución hubiera dado un giro y se hubiera dado un tiempo de respiro?¿No dices siempre tu mismo que el tiempo es la medida de la evolución y que el fin de la Modernidad viene dado por una nueva relación de los humanos con el tiempo?
-No veo ninguna diferencia entre lo que yo pienso y lo que tu propones, buen Simplicio.
-Entonces, Salviati, ¡tu no eres un postmoderno!
-Yo, humildemente, creo que la Edad Moderna ha tocado a su fin, pero que la nueva Edad no es precisamente la Postmoderna. Y, perdóname amigo Simplicio, ahora debo regresar en brazos de Morfeo a mi sueño reparador. Te aconsejo que hagas lo mismo.
-Buenas noches, pues, Salviati.
-Buenas noches para tí también, Simplicio.

lunes, 31 de agosto de 2020

Dialogo entre dos mundos



-Hoy tiene lugar en Berlín una gran manifestación de gente que cree que la covid-19 no es más que una excusa que han inventado los grupos de poder para controlar y someter más al mundo...

-Si, y de entrada parecía orquestada por grupos de ultraderecha: esos que alientan el populismo para acceder al poder y luego controlar y someter al mundo no por medio de biotecnología sino a través de las armas más convencionales!

-Pero tu ¿qué crees al respecto?

-¿Sobre los populismos?

-¡Sobre la covid!

-Pues que el virus existe, que ha aparecido de repente -no sé si de forma casual o no-, se ha diseminado a lo largo de todo el planeta, que algunos grupos se han aprovechado de este hecho y otros se aprovecharán. Lo que me parece claro es que la pandemia ha acelerado lo que se venia gestando tiempo atrás: por un lado la tecnología de las comunicaciones y, por otro, la deshumanización de las relaciones sociales.

-¿Asi que tu no crees en teorías conspiratorias?

-Más que creer o no creer, diría que no me interesa este tipo de entramado...

-Pero, aparte de tus intereses personales, no crees que puede haber algo de cierto en ellas?

-Amigo Simplicio: la verdad, además de escurridiza, es múltiple...

-¿Entonces, amigo Salviati, no crees que haya en realidad una verdad objetiva?

-Creo, amigo Simplicio, que los tèrminos "verdad", "objetividad" o "realidad" han perdido el significado que les dieron Galileo, Descartes y Kant.

-Pero en algo nos tenemos que apoyar, no? Si no existen fundamentos los edificios se derrumban!

-Los fundamentos existen ... pero no son eternos!

-Si no lo son ¡es que no son fundamentos!

-Lo son pero de manera contingente

-¿Contingente?¿De quita y pon?¿Subjetivos? ¡No lo creeré nunca!

-Pues no lo creas ¡Estás en tu derecho!

-¡¿Pero tu lo crees?!

-Digamos que yo creo que creer es contingente...

-¿Y la realidad física?¿También negarás que existe de forma objetiva e independiente?

-Por realidad física ¿te refieres al medio a través del que percibimos al mundo?

-Hombre, ¡si lo quieres llamar así!

-Esta cuestión es vieja como la vida misma. Lo único que te puedo decir es que la interpretación de esa realidad es un fenómeno humano, cultural y contingente.

-Ahora me dirás que la ciencia no se refiere a fenómenos ajenos a la mente humana, lo veo venir!

-Aunque los fenómenos a los que se refiere sean ajenos a la mente humana, ese 'referirse' tiene un alma enteramente humana, querido Simplicio.

-Y tú, querido Salviati, en que te apoyas para tener tantas seguridades cognitivas, morales y estéticas?

-Mi única seguridad es que a pesar de que todo sea relativo, existen gradaciones entre relativos. Y esas gradaciones se apoyan en un pragmatismo y en una evolución.

-¿Evolución hacia algún punto fijo, fundamental?

-Estimado Simplicio: ¡Eres incorregible!

viernes, 19 de enero de 2018

Persexides, o De Stultitia Mundi


-¿Por qué crees tú, Persexides, que los humanos se sienten tan atraídos por todo aquello que, por otra parte, consideran más bien poco ejemplar, por no decir francamente pernicioso?
 -Buena pregunta, ¡oh sagaz Taquifilaxo! Para establecer una respuesta satisfactoria que se adecue honorablemente a tus inquietudes debemos, empero, establecer unos marcos previos que delimiten nuestras perspectivas.
 -Dices bien, Persexides amado.
-Debemos, en primer lugar y con urgencia, definir los términos 'poco ejemplar' y 'pernicioso'. Podemos convenir, por simplificar, que representan cualidades ambas que nos aparecen como negativas. ¿Por qué nos aparecen así? Diría que reflejan en nuestra alma aquello que se opone a la cualidad natural de Bueno, como un orangután refleja lo que se opone a la cualidad de Bello o las palabras de algunas mujeres se oponen a lo que entendemos por Verdadero. ¿No es así, o buen Taquifilaxo, como el alma refleja de manera clara la naturaleza de las cosas?
-No podrías hablar mejor y más claro, gentil Persexides. Prosigue ya sin dilaciones con tu acertada disquisición.
-Si el reflejo en el alma de aquello que nos parece poco ejemplar o francamente pernicioso se opone a lo Bueno y a pesar de ello nos seguimos sintiendo atraídos hacia ello, se deduce que nuestra atracción ya no sigue el reflejo de lo Bueno sino que viene mediada por una falta de conciencia que es como una niebla que provoca una desorientación en nuestro entendimiento.
-¿Y cual sería entonces, ponderado Persexides, el origen de tal niebla?
-La niebla nos recuerda, amigo Taquifilaxo, que nuestra naturaleza es francamente terrenal y que debemos recorrer un largo y en ocasiones penoso camino de purificación hasta lograr la plena conciencia de nuestros errores y limitaciones. Hubo una época en que los dioses poblaban algunas zonas de la Tierra y por aquel entonces todo estaba claro y no había lugar para dudas. Hoy en día los dioses se han retirado a sus aposentos del Olimpo y su influencia sobre los humanos se lleva a cabo de modo caprichoso y aleatorio, ya que siguen conservando su dignidad y potestad.
-Pero tal dignidad caprichosa ya no se correspondería con su naturaleza divina ¿no es así sagaz Persexides?
-En efecto, recto Taquifilaxo. Antes de que los humanos hayan podido siquiera acercarse a su necesaria purificación, los dioses del Olimpo se han humanizado.
-¿Estamos, pues, del todo desamparados de los recursos de la divinidad, consejero Persexides?
-Así es, buen amigo Taquifilaxo. Estos pobres dioses nuestros del Olimpo han perecido ya en nuestra conciencia, y hasta que una nueva época, un nuevo paradigma y unas nuevas creencias no conciban unas nuevas deidades no podremos afirmar con conocimiento de causa que las cosas vuelvan a estar claras en nuestra conciencia.
-¿Afirmas con eso, singular Persexides, que nuestra conciencia depende de nuestros dioses?
-Más bien que nuestros dioses dependen de nuestra conciencia, Taquifilaxo amado. Cuando nuestra conciencia recupere su límpido rostro capaz de reflejar de nuevo la naturaleza verdadera de las cosas seremos capaces de volver a establecer un marco que ordene y oriente adecuadamente nuestras perspectivas.
-¿Seremos capaces entonces de responder a mi pregunta original?
-A pesar de que nuestra conciencia renovada será entonces capaz de detectar más finamente las máculas en el reflejo de lo Bueno me temo que la pregunta seguirá activa y abierta. Debo reconocer, Taquifilaxo, que este vino que tan dedicadamente producen tus viñas no hace más que mejorar, si cabe aun, cada año que pasa…
-Bebamos, pues, ¡oh Persexides! a la salud de los humanos y sus locuras

-Bebamos, pues.

martes, 10 de enero de 2017

Bielorusia

                           
                           -¡Ni harto de vino te podré dar nunca la razón, Zeitokovsky! ¡Todas estas conjeturas que con tanta alegría revuelves me parecen tan gratuitas que no me atrevería ni a calificarlas de falsas! Hace años que veo por donde vas y te aseguro que no haces más que alejarte de las apreciaciones más comunes y razonables, que constituyen el camino de la veracidad al cual, humildemente, intento honrar con mis contribuciones!
                        -¡Pero cálmate ya, querido Menidov, que acabarás sufriendo un ictus! Yo solamente pretendo ordenar mis ideas –nunca imponerlas- y para ello despliego las antenas de mi conciencia. En ocasiones capto interferencias que tomo por señales claras pero siempre intento aprender de mis errores…
                        Así venían larga y repetidamente coloquiando una pareja de jubilados bielorusos con inquietudes intelectuales en diversos campos del saber.

                        -Es que no puedo evitar una sensación de menosprecio hacia tu palabrería tan poco fundada en la ciencia, y eso, debido a nuestra larga amistad, me causa un profundo malestar psíquico.
                        -Pero la amistad, amigo Menidov, está por encima de cualquier discusión pseudofilosófica que podamos entablar. ¡Y tampoco sigue el método científico!
                        -También lo creo así, viejo Zeitokosky. Y si la amistad no sigue el método científico es porque se halla en el lado mental de la barrera cartesiana, separada del lado material, objeto de la ciencia.
                        -Tu problema, buen Menidov, es que das por sentados unos referentes que crees estables, y yo no veo el mundo así.
                        -Y ¿como quieres que piense sobre el mundo y lo analice como objeto si no doy por sentados unos referentes mínimos -que puedan satisfacer a todos- a partir de los cuales pueda construir un edificio de conocimiento?
                        -No te pido que derrumbes ningún edificio ni tengas que justificar cualquier pensamiento como si estuviera libre de referencias, como hacen los postmodernistas y deconstruccionistas. Pero sí me gustaría que considerases dos cosas. La primera que amplíes un poco tu concepción del mundo como objeto y tu mente como sujeto. Has de pensar que tu mente forma parte del mundo y que por tanto no está situada en un mirador especial. La segunda es que no alienes tus percepciones –ya sé que me dirás que unos mínimos intersubjetivos son condición sine qua non para conocer- situándolas así en un espacio neutro “realista”.
                        -Entonces no hace falta que sigamos hablando. Vayámonos a casa y cultivemos solamente nuestras funciones animales, ya que no es posible que desarrollemos ningún conocimiento más allá del puro instinto animalístico.
                        -¡No corras tanto, Menidov!¿De donde sacas todas estas conclusiones que a mi me parecen tan precipitadas como a ti las mías?¿De la tradición?¿Del sentido común? La tradición varía mucho cuando consideras diferentes tamaños de escala mostrando que no es un esquema fijo, sino que evoluciona.
                        -¡Claro! Evoluciona como la Ciencia! A base de acumular conocimiento, de ganar terreno a la ignorancia…
                        -Pero ¿Dónde se acumula este conocimiento?¿En una especie de registro “salvado”? Este conocimiento, amigo Menidov, forma parte de nosotros mismos, y evoluciona con nosotros. Es más, nuestros referentes, nosotros mismos, evolucionamos con ellos. El realismo ingenuo –que sostiene que cada vez estamos más cerca del conocimiento absoluto- no puede existir; es una entelequia falaz. Y todos los fundamentalismos, que ven el mundo construido a base de ladrillos, no son más que ráfagas fugaces de espejismos que duran poco.
                        -Esto es lo que no comparto, Zeitokovsky: ese poco valor que das a la Ciencia, que avanza eliminando falsedades y preservando lo que puede aguantar los embistes de la experimentación.
                        -Mira Menidov, lo que nos separa no es el método sino la creencia básica en una realidad externa, objetiva y aislada.
                        -¿Lo ves, Zeitokovsky? ¡Eres un deconstruccionista!¡Ahora me dirás que la ciencia no es más que un constructo humano!
                        -Si por constructo entiendes una realización, te diré al punto que sí. Si entiendes un montaje caprichoso que se mueve a voluntad personal te diré, también al punto, que es evidente que no.
                        -¿Pero es que acaso no ves, testarudo Zeitokovsky, que no puede existir más que una Física, aquí, en Papua Nueva Guinea, en Saturno ó en Andrómeda?
                        -¿Pero es que acaso no ves, testarudo Menidov, que solo estás enumerando lo que se nos aparecen como espacios muy distantes, y que el propio concepto de espacio es objeto de estudio de la Física y, como tal, varía con el tiempo ante nuestros ojos?

                        Las habituales discusiones entre los viejos amigos se habían ido agriando con los años. Probablemente ya eran demasiado viejos para las alegrías de la juventud pero no lo suficiente para la sabiduría de la senectud.

                        -Sí, esto lo veo, y esto forma parte de lo que antes me refería cuando hablaba de los avances objetivos que la Física ha realizado a lo largo de la historia.
                        -No tengo nada que objetar a eso. Pero fíjate que la Física, como otros campos de la ciencia, ha estado teñida en cada época con los mismos colores que las artes y el pensamiento. Eso la ha hecho básicamente humana e histórica. El modelo relativista y la termodinámica de Clausius, respectivamente, se parecen más al cubismo y a la música de Wagner que a la mecánica newtoniana.
                        -Pero la Física trata sobre realidades objetivas ¡mientras que el arte no! El conocimiento científico es acumulativo y tiene vigencia mientras no es falsado.
                        -No seré tan ingenuo de equiparar ambos tipos de conocimiento que de por sí tienen notables diferencias, pero tampoco separaré radicalmente ambas realizaciones, repito, humanas.
                        -Cuando no queden humanos los planetas seguirán obedeciendo las Leyes de la Física.
                        -Pero quizás en ese momento el Sol sea una gigante roja que englobe gran parte de sus planetas, y en su seno las leyes de la física serán diferentes de las que rigen ahora.
                        -¡Me refiero a otros planetas, listillo!
                        -Mira: hemos llegado a un punto muerto en nuestra discusión. Admitamos que hablamos de cosas diferentes, o mejor aún, que nuestras aserciones se basan en creencias diferentes.
                        -¿Creencias?¡La Ciencia no se basa en creencias!
                        -¡Pues claro que sí! El platonismo que exhibes cada vez que hablas de Leyes Universales Eternas es una creencia.
                        -Pero no puedes negar fácilmente ese principio…
                        -La Universalidad y la Eternidad son relativos…que a fuer de situarse en una zona estable del espacio-tiempo se nos aparecen como inmutables.
                        -Tu también debes, por tanto, sostenerte en una creencia…¿o eres tan sagaz que ni eso?
                        -Me sostengo en la creencia de que todo evoluciona, incluida nuestra mente, que atraviesa innumerables etapas de crecimiento que no terminan necesariamente en la del sentido común…
                        -O sea, que opones un heraclitismo a mi supuesto platonismo…
                        -Quizás lo oponga como método para amplificar mi horizonte pero acto seguido intento escalar una dimensión hasta que ambas creencias se solapen.
                        -¿Por qué disfrutas tanto intentando desmontar lo que es sólido?
                        -Disfruto imaginándome situaciones más amplias que las que estamos inmersos…
                        -Ya que me planteas tantos contraejemplos del mundo del arte: ¿Qué crees que pasará con la música de Bach cuando ya nadie la entienda?
                        -Pues ese –por otra parte funesto y esperemos que alejado- día la actualización de ese lenguaje ya no tendrá lugar y contemplaremos la música de Bach como un objeto histórico y no como una experiencia actual
                        -¿Cómo muchos de los intérpretes de música antigua nos quieren vender?

                        -Amigo Menidov: ¿Ves como ahora sí que me has entendido?

sábado, 5 de noviembre de 2016

Zanahorias


                         -¿Qué me dices? ¡¡No me lo puedo creer!!
                         -Que sí, hombre, que sí. ¡Baja de una vez de tu nube y pisa ya la realidad cutre-salsichera!
                        -Y si no bajo ¿qué pasa?
                        -Pues que no formas parte de esa cutre realidad…
                        -Definitivo: ¡no bajo!
                        -También tiene sus ventajas…. Además puedes subir y bajar cuando lo desees.
                        -Seguro?
                        -Mientras tengas capacidad de autocontrol sí. Después….
                        -Bueno: bajo un rato y luego me vuelvo.
                        -Vale!
                        -Repíteme lo que me acabas de explicar, ¡te lo ruego!
                        -Pues exactamente lo que te decía. En el lugar en donde trabajo las personas que acceden a posiciones relativamente altas en el organigrama se ven sometidas a un tercer grado hasta que no resisten más. Entonces se las liquida si es que no han abandonado antes la lucha. Y aun así….¡¡hay cola para acceder a tales posiciones!!
                        -Bueno; esto corrobora la volubilidad de la naturaleza humana: todos piensan que a ellos no les pasará esto.
                        -O más simple aún: no piensan nada. Solamente están programados para trepar pero nada más.
                        -¡O sea que estamos como en la Edad de Piedra!
                        -En algunos aspectos sí….aunque piensa que a nivel evolutivo, la edad de piedra está a cuatro pasos de aquí….
                        -A nivel de evolución biológica sí, ¡pero a nivel de evolución cognitiva no!
                        -Quizás….
                        -Entonces dime, amigo, ¿qué es lo que mueve a los humanos?
                        -Pues quizá las necesidades que jerarquiza la pirámide de Maslow…
                        -El problema es que cada vez más humanos se quedan en el primer peldaño, el básico. Comida, bebida, aire, sueño, sexo y pocas cosas más…
                        -¿Pocas cosas? ¡No! Los personajes de los que te hablaba tienen necesidades más allá de las fisiológicas. Necesitan mandar sobre los demás, trabajar lo mínimo, ser muy visibles (cuando se reparten medallas; invisibles cuando vienen los castigos), recibir adulación,…..
                        -Bueno; todo esto caería dentro de otros niveles jerárquicos como la estima, la pertenencia al grupo, la seguridad…
                        -Sí, pero en su versión putrefacta!
                        -Ya sabes como pienso sobre todas estas cosas: frente a la erótica del poder….la orgásmica del desobedecer!!
                        -Si, pero con finura…
                        -¿Como?
                        -Lo que más molesta a los humanos –tanto a los que te describía como al resto- no es que se nos desobedezca sino que se nos plante cara.
                        -Por tanto, desobedecer, pero con estilo, tiento, nocturnidad y alevosía...
                        -Claro. Ofreciendo batalla lo único que se consigue es el fútil desgaste de ambas partes. Y además, ¿no nos roban nuestra dignidad? Pues ¡respondámosles con la misma moneda!
                        -Pero…¿tú te puedes creer de verdad que cuando enseñan la zanahoria podrida colgando del palo la mayor parte de la gente la persigue como si fuera una zanahoria perfectamente tierna y apetecible?
                        -¿No lo has visto ya muchas veces? ¡Respóndete tú mismo!
                        -¡Están locos esos humanos!

sábado, 12 de abril de 2014

Besugos




 -Le dejé el mensaje telefónico para anunciarle la emisión de un nuevo producto muy competitivo que creemos que tendrá mucha aceptación y no queríamos que usted, como cliente preferente, se viera privado de sus ventajas.
-Y en qué consiste tal maravilla?
-Bien, se trata de un producto complejo que recoge fondos de estupidez, bonos de inmoralidad, obligaciones de narcisismo, letras de inconsciencia y, además, un paquete de acciones diversificadas: egolatría, exhibicionismo, indecencia, crimenes en general, regresiones en particular...
-Pero todo esto no puede crecer indefinidamente!
-Fíjese que siempre le estoy hablando del corto plazo. Tenemos bonos de sabiduría y fondos de evolución consciente, así como algunas acciones de resiliencia y ética, pero no se los recomiendo si lo que quiere son rendimientos inmediatos. Es más, estos productos, por sus características, no pueden estar garantizados.
-¿Pero por qué?
-Pues simplemente porque tal como va todo, igual no se llega al estado de cosas al que se podría acceder de forma natural porque antes lo enviamos todo al carajo.
-Al carajo?
-A la mierda, vamos.
-Que me dice!
-Y lo peor es que no habrá mierda para todos...
-Es que yo no quiero especular, sabe? Lo único que quiero es que guarden mi dinero, es decir, mi seguridad material, para que yo pueda ir administrándolo a medida que lo necesite.
-Tranquilo, que ésa es nuestra habilidad.
-El problema de ustedes es que tienen tanta habilidad que acaban robándonos en una tarde todo lo que unos cuantos hemos sudado durante años.
-No, oiga, es que los mercados…
-¡A la mierda los mercados, a la mierda la opulencia, a la mierda los parásitos y a la mierda todo!¡Saco todo mi dinero de aquí!
-Eso es imposible, y usted lo sabe…
-¿Imposible?¡Ya lo veremos!
-Su dinero real ha sido ya volatilizado, siguiendo un camino opuesto al del segundo principio de la termodinámica. Se ha generado con él una estructura disipativa…
-Sabe usted mucho de física…
-Es que tengo diversos postdoctorados pero me gano la vida –hasta que un ERE me atrape- en la banca, engañando a la gente.         
-No se avergüence, hombre. Otros se ganan la vida engañando en otros lugares, ONGs, y centros de ayuda incluídos. El problema se sistematiza desde el momento en que te empiezas a engañar a ti mismo.
-No he llegado a tal punto aún. 
-¿Está usted seguro?
-........................
-¿Y qué le atrae de su puesto de trabajo?
-Pues la volatilidad de los mercados, el éxtasis de las OPAs hostiles, la erótica de la especulación pura…
-Y ¿no se avergüenza de todo eso?
-¿Por qué tendría que hacerlo?
-Porque el dinero no deja de ser el excremento del diablo…
-Oiga, también puede ser un bien social y ayudar a progresar a la gente. ¿O acaso la procrastinación, el onanismo y el narcisismo New Age no son también excrementos del diablo?
-Es que yo, en este tema, me considero taoísta.
-Pues piense que los calvinistas también tienen su tasa de razón.
-Sí, pero cuando Gaia se cabree y pase de su situación estable A a su situación estable B, el calor sofocante y la crecida de las aguas afectarán igual a unos que a otros.
-Yo creo que afectarán más a los hinduistas ribereños y a los musulmanes en zona cálida…
-Sí, y también a los Amish, anabaptistas y cuáqueros…
-Oiga, que tengo una reunión importante ¿Le interesa que le reserve una cuota del nuevo porducto si o no?
-Digale a su jefe que no, que pienso desbaratarle una cuota de sus objetivos anuales.
-Me alegro. Es un gran tirano.
-Pues no le lleve nunca la contraria. Usted simplemente déle cuerda, que él solo se ahorcará.
-No crea: es más listo que eso.
-Una última pregunta:
-¡Última!
-¿Cree usted en todo esto?
-Creo y no creo, veo y no veo, siento y no siento.
-Es usted más taoísta que yo... ¡Bon voyage!
-¡Buenas tardes!

viernes, 1 de octubre de 2010

Impromptu en la bemol

-Lo que te iba diciendo; en este lugar lo mejor es pasar desapercibido. Si, por la razón que fuere, sea ésta tanto buena como mala, se fijan excesivamente en ti, entonces estás perdido ya que al cabo de un cierto tiempo serás indefectiblemente puesto en duda y acabarán prescindiendo de tu persona.
-O sea, que lo que prevalece aquí es una especie de militarismo de baja grey…
-Poco más ó menos: todo lo que es visible acaba cansando a los que detentan el poder, que lo eliminan del sistema como pura acción de huída hacia delante, ya que intuyen muy equivocadamente que lo desconocido por venir siempre es mejor que lo conocido interno.
-Pero, ¿alguna vez eso será cierto, no?
-Alguna vez, obviamente, sí, pero no siempre.
-¿Y solo por esa razón?
-Bueno, y también porque creen que eres como un limón que, una vez exprimido, has agotado tus posibilidades.
-O sea que aquí seguramente todo el mundo debe de intentar pasar desapercibido, cosa harto difícil ya que si todos están agazapados cuesta mucho encontrar un parapeto tras el que esconderse.
-¡No lo creas! Siempre existe un grupo relativamente numeroso que, bien sea por pura y desmesurada ambición ó simplemente por pura e ingenua inexperiencia, cae en la trampa e inicia la ascensión hasta la boca del volcán.
-Y creen que a ellos no les pasará nada…
-Exactamente.
-Pero siempre puede ser que a alguno no le pase nada…
-Evidentemente, aunque la experiencia acumulada hace más bien difícil esta posibilidad.
-Pero si en la sociedad todo el mundo actuara así, ¡estaríamos en el mismo sitio desde hace miles de años!
-Es que estamos en el mismo sitio…
-¿Pero tú eres incapaz de ver la evolución?
-La evolución se despliega por rachas: en determinadas épocas avanza a pasos agigantados, mientras que en otras se estanca y parece no existir.
-Fíjate en el protagonista de Turandot: sabe que decenas de pretendientes han sido decapitados con anterioridad y, con todo, inicia el proceso: Fortuna audaces iuvat!
-Sí, pero la princesa Turandot, pese a todo, debía ser más blanda, en el fondo, que el Gran Hermano.
-Pero ¡si el Gran Hermano no existe!
-Te equivocas: sí que existe, aunque básicamente en nuestra imaginación. Y de ahí su omnipresencia y ubicuidad: lo tenemos tan asumido que cuesta quitárnoslo de encima.
-O sea, que en el fondo, es una proyección…
-En donde depositamos todos los miedos y tensiones que hemos eliminado de nuestra conciencia…
-Entonces, ¿qué me aconsejas?
-Depende de lo que quieras alcanzar. Si lo que quieres es una notoriedad efímera o muy efímera que solamente satisfaga tu ego durante un breve lapso de tiempo, no pases desapercibido. Si lo que quieres es paz y tranquilidad, agazápate.
-Pero si me agazapo e ignoro el problema ¡no podré tener nunca paz y tranquilidad!
-En ese caso, búscate otro lugar más evolucionado y adecuadamente estructurado para trabajar… ¡si es que existe!