Hoy
hace 100 años que vino a este mundo el realizador Federico Fellini. Hace medio
siglo los estrenos de los filmes de Fellini generaban una expectación que se
traducía en notables colas callejeras para acceder a las salas de proyección.
No de intelectuales o snobs, sino de público en general (sí, adolescente adepto
a Instagram, esto ha pasado no hace tantos siglos). Como el cine de Fellini era
apreciado por amplios segmentos de espectadores se llegó a generar un término –felliniano- para catalogar tipos y
fenómenos que mezclasen a partes iguales lo grotesco, lo tierno y lo poético.
El mundo como un espectáculo circense y los payasos como ejemplos de ángeles
que flotaban sin tocar de pies al suelo. Los tiempos cambian y las tendencias
con ellos. Fellini, manteniendo su vigencia de clásico, ha dejado de estar de
moda (aunque la definición de clásico, por cierto, comporte una constante
actualización) porque el mundo ya no se ve de forma felliniana sino de forma
mucho más siniestra. Lo grotesco ya no viene balanceado por lo tierno y lo
poético. Existen muy pocos realizadores que generen colas provenientes de
multiestratos sociales. De hecho ya no se generan colas porque los formatos
digitales han tomado el relevo a las formas sociales de representación y los
jóvenes prefieren permanecer en su rincón devorando solitariamente y sin
descanso “series de Netflix” a unirse en
un rito colectivo donde se presente un misterio que llene de significado a la
comunidad. El cine de Fellini, visto en la distancia, se nos presenta como
profundamente humanista (curiosamente en su época se solía pensar justamente lo
contrario). El propio término humanismo,
por cierto, se ha vuelto muy nebuloso y ya no sabríamos cómo describirlo o
catalogarlo hoy en día.
2 comentarios:
Fratello,
la opinión de un joven devorador de series de ficción me la trae al pairo. Si Fellini ocupa el lugar que ocupa en la historia del cine es por sus méritos, por su "savoir faire" único y original. Aunque los jóvenes lo ignoren, sus películas siguen siendo una referencia para los amantes del cine. Como en todos los ámbitos de esta vida, es fácil criticar desde la ignorancia. Disfruta tú con Fellini y que la superficialidad cultural del momento presente no te amargue los excelentes fotogramas de "Otto e mezzo".
fp
Saraghina! Saraghina! La rumba!!
Grazie tante fratello!
fp
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