(Yo) -La necesidad continua de ‘likes’ (después de una ciber-reunión multitudinaria desbordan la red interna de la compañía) está relacionada con una ya patológica falta de autoestima
(Estudiante) -Tienes toda la razón pero esto no se puede arreglar
¿Cómo que no? Duchamp exhortaba a quemar todos los museos y Boulez todos los teatros de ópera. Ahora no se trata de quemar porque las no-cosas no queman, pero sí a enviar masivamente toda la mierda a un agujero negro, negrísimo.
(Estudiante) -El mundo ya no tiene solución …
(Yo) -joder, si toda tu generación piensa así, vais apañados, nene! Si determinada gente digamos que poco recomendable está ganando las elecciones en diversos países es que los ciudadanos los votan, ¿no?
(Estudiante) -Claro
(Yo) -Y esto ¿no se podría arreglar con un poco más de cultura, de sentido crítico y con un plantarse delante de algunas cosas y vomitar?
(Estudiante) -Estas cosas son bastante inaccesibles
(Yo) -pero ¡Si estas cosas se retroalimentan del tiempo que les dedicamos!
Evidentemente: los virus y la basura cibernética necesitan de un organismo vivo para replicarse. Si este organismo no presta su maquinaria, no hay replicación posible. Que Dios nos coja confesados, amén.
P.S.: Twitter, campeón de los ciberinstrumentos del populismo, se encuentra ahora en horas bajas. Amén.