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miércoles, 13 de agosto de 2025

Incendios

 


          Quizás a causa de mi edad, mi situación personal y, por descontado, el hecho objetivo de la triste  trayectoria que la historia nos está imponiendo, tiendo a ver un futuro próximo más bien poco halagüeño. Los bucles de retroalimentación negativa, los que equilibran, contienen y estabilizan los procesos y los sistemas, han dado paso con gran celeridad a los bucles de retroalimentación positiva, los que llevan de forma acelerada los procesos y los sistemas  hacia zonas de gran inestabilidad que eventualmente explotan. Este decalage, además, se acelera de manera irreversible. Los bárbaros están volviendo a dominar el mundo. ¿Quiénes son los bárbaros? Pues ahora ya no son los elementos ajenos al imperio ni la otredad en general. Se trata de la necedad, la miopía, la gratuidad, la reivindicación de la pereza, la falta absoluta de criterio alguno, la reivindicación aguda de la estupidez, la rabia, la falta de compasión, el egocentrismo más primitivo, la gratuidad de las posiciones, la falta de la ética más elemental. Primitivo. Es un calificativo muy potente. El primitivismo no es un mal, pero sí lo es la involución, que observamos por doquier a marchas forzadas. Los que apoyan a los locos que están llevando al mundo hacia el desastre son los agentes de la involución. Ciegos, sordos, estultos e irresponsables. Aunque tampoco hay que olvidar que, tal como dice el personaje de Octave en La Règle du Jeu de J Renoir; 

-"¿Sabes? en este mundo sólo hay juna cosa tremenda, y es que todo el mundo tiene sus razones"