Estamos preocupadísimos por no dar a nuestros hijos una sensación de autoritarismo. Incluso tipificamos como delito penal el clásico cachete. Al mismo tiempo, los casos de violencia contra menores (la violencia ensañada, no la zurra correctiva) se han disparado, junto con la violencia de género –y también la violencia contra los padres-. Todos recordamos algún cachete dado a tiempo sobre nuestras tiernas mejillas. No dolía tanto físicamente como en el orgullo personal. Después tenía lugar un acto de contricción para con el progenitor que había optado por rebajar la tensión –de ambos, de educador y de educado- aplicando tal medida. Todo evoluciona –hace 150 años, en Barcelona, los padres llevaban a los niños a presenciar las ejecuciones públicas para, acto seguido, propinarles un cachete con el consabido “para que no te olvides de este día”-, aunque en este caso ha habido una clara inversión en las actuaciones: el educando amenaza al educador hasta obtener sus caprichos. Hace poco ví por la calle a un niño de unos 5 años que decía a su impotente abuela: “¿Quieres que me porte mal y te las haga pasar canutas? Y hoy mismo he vuelto a asistir, en el supermercado, a la ya conocida escena en que una niña de corta edad, desde su cochecito de ruedas, dicta con la frialdad de un césar las verduras que deben de ser compradas y las que no. Los adultos, de nuevo pisando terreno resbaladizo, son presa cada vez más fácil de la –por otro lado, absolutamente natural- inmadurez infantil. Todo se centra buscando nuestras coordenadas respecto a nuestro propio proceso de evolución. El aprendizaje del menor termina cuando se integra plenamente en la estructura que rige por término medio la sociedad adulta del momento. Los miembros de tal sociedad, sin embargo, lejos de considerarse ya instalados en una realidad objetiva –que es la realidad intersubjetiva del grupo-, pueden seguir evolucionando personalmente.
3 comentarios:
carles:
participo de una página de feeds de blogs a la que se accede por invitación. cada miembro puede asimismo proponer nuevos blogs, que son sometidos a votación, y el tuyo me gusta mucho.
si querés darte una vuelta para ver si te gusta la idea la url es www.hidulya.com.ar
besos, siempre te leo.
Mara:
No puedo acceder a la página de hidulya. Encantado de que me propongas aunque quizás mi blog no está demasiado relacionado con la literatura.
Gracias por leerme; yo también ojeo de vez en cuando tu blog.
besos
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