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miércoles, 17 de marzo de 2010
Realismo ingenuo
El realismo ingenuo es una teoría de la percepción que sostiene que el mundo es tal cual lo percibimos. Es decir, que nuestra aprehensión es transparente y que el mundo es externo y ajeno a nuestra captación de él. Qué decir tiene que esta teoría aplica solamente al mundo material y que gran parte de las ciencias básicas la abandonó hace muchos años. Ya la física del XIX se empezó a apartar del supuesto “sentido común” que parece albergar. La física del XX, con su radical revisión de los conceptos de espacio, tiempo, materia y causalidad, derribó cualquier vestigio de permanencia. Existe todavía, sin embargo, una importante parte de la biología contemporánea que tiende a pensar en su objeto de estudio como una versión microscópica de lo que sus sentidos perciben “ingenuamente”. Hecho que indica lo atrasadas que se sitúan todavía las ciencias biológicas respecto de la física. La seguridad que los participantes en un cursillo de 10 horas sobre asuntos que requieren la experiencia de años para entenderse mínimamente muestran respecto a la adquisición plana de conocimientos se nutre ampliamente de realismo ingenuo. En general, una versión ampliada de realismo ingenuo percola a través de la mayoría de nuestras acciones. Es por ello que en los modelos de psicología evolutiva, como el de Clare Graves, existe un nivel evolutivo que inaugura la llamada “conciencia de segundo grado”, es decir, aquel nivel a partir del cual la conciencia se hace consciente de sí misma, por así decirlo, y cesa de proyectar sistemáticamente la propia interioridad sobre todo cuanto percibe.
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