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jueves, 27 de febrero de 2014
Resiliencia
miércoles, 19 de febrero de 2014
Sapere Aude
El célebre motto de la Ilustración adquiere en nuestros días un
renovado sentido, una revitalización de su significado. Si hace doscientos años
expresaba la osadía del aprendizaje, el coraje de atreverse a saber con el
telón de fondo de la recién alcanzada mayoría de edad del método científico y
el reciente planteamiento de la filosofía crítica, en nuestros días nos conmina
a permanecer abiertos a cambios y no quedarnos ligados a visiones tópicas y
asociaciones superficiales. En las últimas semanas he leído en un par de
ocasiones entrevistas a gente que “sólo cree en la ciencia”. Esta gente, con
todos mis respetos, no presenta el más mínimo reflejo del deseo de saber, de
atreverse a ir más allá. Uno puede mostrarse escéptico como planteamiento
prudente en la adquisición de conocimientos, pero nunca cerrarse a visiones más
globalizadoras. Esta gente que “sólo cree en la ciencia” son el fiel reflejo de
la gente que “sólo creía en la iglesia” de hace quinientos años. Y los poderes
conjurados y entronizados alrededor del fenómeno religioso en el Renacimiento
equivalen a los poderes (esta vez más anónimos y perturbadores) conjurados y
entronizados alrededor de un supuesto “conocimiento científico” en la
actualidad. Lo primero que diría a estos creyentes a pies juntillas es que
revisen sus estructuras cognitivas. Las verdades de la ciencia son tan pasajeras
como las verdades de las religiones. Todas estas verdades van evolucionando
conforme evoluciona nuestro conocimiento y se hace no más extenso sino más
global (existe una diferencia abismal entre ambos términos). Y esta operación
de mayor inclusividad de nuestro conocimiento representa, sin duda alguna, el sapere aude de nuestros días. Estoy
leyendo el pequeño libro de Edgar Morin Los
siete saberes necesarios para la educación del futuro, en donde su autor
resume y concentra sus posiciones sintéticas, sistémicas y múltiples en el
tratamiento del futuro de nuestro conocimiento. Vale la pena dedicar un tiempo a su lectura y meditación
domingo, 9 de febrero de 2014
Síntesis
Una de las muchas frases ocurrentes debidas a la pluma del poeta Jean Cocteau afirma que la muerte es el fenómeno a través del cual un académico se transforma en una silla. Y he aquí el gran concepto que todavía no se ha acabado de introducir en la conciencia colectiva de la humanidad: evolución. Nuestra sociedad, ahora más que nunca, genera, en un exceso de hubris racional, dualismos por doquier. Y no solo eso sino que cree que los ha descubierto y que existen más allá de la mente humana. Los dualismos y las dicotomías son fruto de la perspectiva y siempre se disuelven cuando dicha perspectiva se amplía. Ampliar no quiere decir aumentar de volumen, sino evolucionar y ascender. No aumentar el número de contingencias sino verlas desde una nueva perspectiva. El descubrimiento de un nuevo planeta (a no ser que introduzca un hecho revolucionario), de un nuevo organismo, de un nuevo gen amplían nuestro conocimiento pero no lo modifican. Evolucionar implica modificar de forma inclusiva; hacer del pasado una de las muchas facetas del presente. El mundo de la filosofía, igual que el de la ciencia, ha topado en el pasado más o menos reciente con esta ceguera evolutiva. O bien la realidad es independiente de nuestros esquemas mentales (realismo) o bien es dependiente (anti-realismo). En el primer caso se sigue que con nuestro raciocinio podemos llegar conocer la esencia ontológica de la realidad mientras que en el segundo se sigue que podemos crearla. Lo que en ningún caso afirma la filosofía es que puedan darse las dos situaciones simultáneamente. ¿Cómo? Pues simplemente no dando por sentado que nuestras estructuras de conocimiento son por defecto transparentes y que nuestros sentidos y la conciencia que los codifica hacen de espejo de algo que simplemente nos es dado. Con la evolución de nuestra estructura cognitiva, por tanto, podemos llegar a aprehender cada vez más inclusivamente a la realidad, que a la vez vamos creando conforme dicha evolución avanza.
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