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miércoles, 10 de diciembre de 2014

D+1


                   Es evidente que cada uno contempla la vida desde un marco de referencia que contiene todos sus datos de itinerancia. Desde unos modos concretos, que conllevan unas perspectivas innatas privilegiadas (percepciones físicas, mentales) pasando por una historia concreta de hábitos y adquisiciones hasta un momento concreto de la evolución y edad de cada uno. El hallazgo más deseado por parte de filósofos, científicos y artistas es el de la ética, la certeza y la belleza objetivas. Y esto, dicho en pocas palabras, no existe. Lo cual está muy lejos de afirmar que la ética, la certeza y la belleza no existan e incluso tienen un valor trascendente, más allá de nuestras puras percepciones.

2 comentarios:

Lluís P. dijo...

Fratello,

Leo tu entrada como un pequeño acertijo. Deberías contarnos algo más. ¿Está la clave en la palabra “objetivas”? Según tu parecer, ¿no podemos hablar de una ética universal? Me resisto a pensar que cualquier acto de crueldad humana (por poner un ejemplo) pueda escaparse de ser calificado como un hecho “éticamente reprobable” para ciertas culturas, pero quizás no te he entendido bien.
Sigue obligándonos a estrujarnos la mollera,

fp

carles p dijo...

Fratellino,

Es difícil expresar con claridad y a la vez concisión un tema que ha llevado de cabeza a los filósofos durante siglos. La ética, certeza y belleza objetivas no existen en el marco de una óptica perspectivista. Lo que sí existe dentro de tal óptica es una relatividad. Una ética es más evolucionada que otra, por ejemplo, como dices bien. En el marco de un aperspectivismo trans-racional pueden pasar sin embargo otras cosas....

fp