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lunes, 7 de septiembre de 2020

Nocturno

 

El teléfono sonó a las 3:30 am, despertando súbitamente a Salviati, quien se llevó un susto de muerte. ¿Sería una llamada para informar de una desgracia? ¿Una llamada de aquellas que no tienen espera? Cuando descolgó el auricular a duras penas tuvo aliento para articular un monosílabo:
-¿Si!?
-He estado pensando y ¡creo haber descubierto una gran contradicción en tu manera de pensar!
El alma de Salviati pasó del estado de vilo al de cabreo sin solución de continuidad.
-¿Simplicio? ¿A estas horas de la noche? ¡Un poco de respeto por el descanso ajeno!
-¿Horas? Perdón amigo mío: ya sabes que profeso el insomnio desde tiempos inmemoriales! Como te decía, he estado meditando sobre nuestro último diálogo y hay algo que no me cuadra. Tú propones una contingencia general como ley de vida ...
-Yo propongo una contingencia particular únicamente como gimnasia intelectual, Simplicio.
-Lo que te sitúa cerca de la postmodernidad, mientras que tu visión evolutiva te aleja de ella ...
-Ciertamente, Simplicio, y es por ello que considero a la postmodernidad como una crisis de cambio y no como una situación mínimamente estable.
-¿Y qué diferencia una crisis de una situación estable? Salviati: las cosas, desengáñate, son o no son.
-¿Son o no son? Este pensamiento conviene a Platón o a Shakespeare, caro Simplicio, pero no a mí.
-Explicate Salviati porque no te entiendo.
-Por un lado la postmodernidad considera el mundo de manera absolutamente contingente, sin posibles esquemas fijos ahistóricos y por otro se quiere salir de la historia proclamando su fin, lo cual crea instantáneamente un esquema fijo ahistórico. Una nueva manera de enunciar la falacia de la postmodernidad.
-¿Y si la evolución hubiera dado un giro y se hubiera dado un tiempo de respiro?¿No dices siempre tu mismo que el tiempo es la medida de la evolución y que el fin de la Modernidad viene dado por una nueva relación de los humanos con el tiempo?
-No veo ninguna diferencia entre lo que yo pienso y lo que tu propones, buen Simplicio.
-Entonces, Salviati, ¡tu no eres un postmoderno!
-Yo, humildemente, creo que la Edad Moderna ha tocado a su fin, pero que la nueva Edad no es precisamente la Postmoderna. Y, perdóname amigo Simplicio, ahora debo regresar en brazos de Morfeo a mi sueño reparador. Te aconsejo que hagas lo mismo.
-Buenas noches, pues, Salviati.
-Buenas noches para tí también, Simplicio.

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