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viernes, 7 de marzo de 2014

Quiralidad


                     
                     La quiralidad es la propiedad por la cual un objeto no es superponible  con su imagen en el espejo. Cualquier objeto que carezca de un plano de simetría, por tanto, es quiral. La palabra procede del griego chiros (mano), parte de la anatomía que presenta dicha propiedad. Si la imagen en el espejo representa la polaridad de los simbolismos, que en el mundo físico resultan en ocasiones compensados (el caso de las manos: derecha masculina-activa/izquierda:femenina-pasiva), los objetos quirales “desaparejados” simbolizan parejas truncadas, un miembro de las cuales existe en el mundo físico y el otro en el mundo especular. El reconocimiento de la quiralidad precisa de una interacción quiral, bien sea física, química o involucre además la conciencia. Vistos desde una perspectiva tridimensional, los objetos bidimensionales no aparecen quirales porque se les puede “dar la vuelta” alrededor del plano en donde habitan. Homólogamente, los objetos quirales en tres dimensiones dejan de serlo si se los considera desde una perspectiva tetradimensional. Obviamente no podemos “ver” directamente objetos en cuatro dimensiones, pero sí sus proyecciones dinámicas –igual que las proyecciones dinámicas de los objetos tridimensionales se pueden representar en un espacio bidimensional-. Esta operación (que además se puede llevar ad infinitum a lo largo de cualquier n-dimensión superior) acaba haciendo coincidir a las parejas enantioméricas. Toda esta disquisición no es más que una forma geométrica de representar la síntesis/disolución de dualidades que siempre tiene lugar en cuanto se asciende el orden dimensional. Debo de confesar aquí, para mi estupor, que esta conclusión no la tenía clara al comenzar este escrito, y que sólo se ha ido revelando a lo largo de su escritura.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestro:Esta última entrada me fascina...pero lo cierto es que no acabo de comprenderla. Me gustaría mucho una ampliación, asequible para tontas.
Un abrazo.
Rosa.

carles p dijo...

Pequeño saltamontes: Fascinación es una palabra muy rica, que implica una gran actividad emocional/mental (da pie a una futura entrada del blog). Intento aclarar: si, por ejemplo, vivieras en un mundo bidimensional, verías la letra R como quiral porque no la podrías superponer a su invertida, cosa que sí que puedes hacer en tres dimensiones (basta que cojas una R plana y le des la vuelta). Desde un mundo tetradimensional podrías, por tanto, coger una mano derecha y "darle la vuelta" para convertirla en izquierda. Para acabar de liar, he cambiado la ilustración, que representa ahora la proyección de un hipercubo tetradimensional en un espacio tridimensional. No sé si todavía te he liado más!!

Otro abrazo,
Carles

Anónimo dijo...

Ilustre maestro:
POr seguir saltando un poco más...la explicación es muy clara y me retrotrae a las clases de "Proyecciones en el espacio", que duermen polvorientas en la recámara de mi mente adormecida. ¡Gracias! Y también me recuerda a una alumna que tuve en mi estudio a la que pedí hacer un modelado de un pie derecho...y ella lo hizo "en espejo" modelando el izquierdo con gran fidelidad. El mundo del espejo es algo que también espero en tu blog.
Gracias una vez más. Rosa Saltamonti.

carles p dijo...

Siempre apreciada y bienvenida Rosa Saltimonti,

El mundo del espejo salió hace bastante tiempo (cuando todavía "em sentia bullir la sang"):
http://tcmetacorner.blogspot.com.es/2008/07/espejos.html#links

Un abrazo
Carles

Anónimo dijo...

¡Lo miraré! R.S.