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miércoles, 18 de julio de 2012

Asepsia



                        Hace poco oí por la radio que el capitalismo era un sistema a-moral, que los valores morales los ponía su utilización. He oído este mismo comentario en otras ocasiones asociado a la ciencia. Tanto el capitalismo como la ciencia son actividades humanas, y por tanto sujetas a un marco moral, psicológico, jurídico, epistemológico… Este querer despersonalizar un sistema, un paradigma, me recuerda la dualidad cartesiana: un hardware y un software por doquier. El capitalismo es tan moral ó inmoral como lo podía ser el comunismo. Llevado a sus últimas consecuencias, el capitalismo pretende mantener su maquinaria, la del consumo masivo, a toda costa. Y ello se logra idiotizando a las masas. Glorificando la inmadurez infantil e impidiendo su desarrollo. Y ése es un programa francamente in-moral, en mi escala de valores. Hace cuarenta años capitalismo y comunismo representaban la totalidad de los sistemas económicos y mantenían una relación de coexistencia más o menos pacífica. La caída del comunismo y su prestigio no representó el triunfo de su oponente, como creia Fukuyama en The End of History and the Last Man, sino la caída de la dualidad en peso. El comunismo está muerto y el capitalismo está autoagonizando. Como decía el joven socialista en One, two, three, “es como una sardina podrida: reluce, pero apesta”.

4 comentarios:

Juan Francisco Caturla Javaloyes dijo...

Hola Carles, estoy totalmente de acuerdo contigo en cuanto a que los sistemas llevan implícitas las reglas de juego, es decir, tienen adscrita una moralidad subyacente.
Lo que es realmente triste para mi, es que sea un paradigma económico el que defina la moralidad de los tiempos que estamos viviendo. Para mi, la fuente de la moralidad humana ha de ser otra, más espiritual, menos apegada a lo material (economía)… Y después, con unos valores morales en nuestra mochila, cada uno los suyos, ya decidiremos si nos gusta el capitalismo, el comunismo o cualquier otro sistema de los que al parecer necesitamos para vivir desde el punto de vista de nuestro confort material. Por eso, ahora, que el sistema económico hace aguas parece que en el fondo de las almas no queda nada que valga la pena… ¡UNA PENA!
Me voy a darme un chapuzón, un abrazo.

Joan

carles p dijo...

Hola Joan,

El principal problema se lo acabo de exponer a Lluís en otro post: nos hemos olvidado de escucharnos en profundidad y solo atendemos a la moral pública, que está absolutamente corrompida.
Date algún chapuzón por mí, que lo tengo más crudo!!

Carles

Anónimo dijo...

Hola Carlos

El fin de la Historia?. Fukuyama me suena a best seller; me inclino a pensar que la Historia se escribe siempre desde un contínuo presente. Susana

carles p dijo...

Hola Susana,

Fukuyama best seller? Pues quizás tengas razón. Con ínfulas intelectuales y grandes conexiones con el poder, pero best seller al fin y al cabo...
Carles