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viernes, 2 de mayo de 2008
Linealidad histórica?
Una cuestión largamente debatida hace referencia a la ligazón entre los creadores y el resto de la sociedad a lo largo de la historia, es decir, a la relación entre los avanzados y el pelotón. Aunque la obra de dichos creadores contribuya, a la corta o a la larga, al devenir del conocimiento comunitario, es también en parte el fruto de una semilla que llevaba implícito dicho devenir. La cuestión está muy relacionada con el fenómeno de las influencias entre creadores. Cuando hablo de creadores me refiero, cada uno en su nivel, tanto a artistas como pensadores ó científicos. Una parte de la actividad creadora se basa en las conquistas previas, sea para desarrollarlas ó bien para criticarlas. Pero es curioso observar que en numerosas ocasiones –y esto se hace más patente en el caso de los artistas- el corpus creador de un individuo destacado se divide en tres períodos: el inicial, que afianza lo que viene a continuación, el central, que constituye el alma de la creación, y un postrer período que va más allá del central y que en ocasiones parece incluso contradecirlo. Solamente el período central parece ejercer una influencia capaz de crear una continuidad histórica (o de dar la sensación de hacerlo). Bajo este punto de vista, está claro que la beethoveniana Sonata Appassionata, el shakespeariano A Midsummer Night’s Dream ó el mozartiano Don Giovanni ejercerían mucha más influencia en los creadores sucesivos que las respectivas Sonata op 110, The Tempest ó Die Zauberflöte. Estos últimos períodos creadores parecen reservados a desarrollos situados más allá del devenir histórico lineal. Se diría entonces que los autores crean para sí mismos (independientemente del éxito que consiguieran las obras en su nacimiento público). Se han situado en una isla personal e intransferible que difícilmente pueden llegar a habitar sus sucesores.
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2 comentarios:
mi querido amigo desconocido:
sigo tu blog desde hace unos meses y estoy fascinado. hasta lo tengo en mis enlaces. todo lo q mencionas me interesa sobremanera. estudié unos años de filología hispánica y otros de psicología, pero no acabé mis estudios.
recuerdo con cariño una reflexión q estudiábamos en una asignatura general de sociología. la sociedad gira en un círculo q por su fuerza centrífuga, expulsa algunos elementos a los márgenes, los considerados "locos". pero es curioso q esos "marginales" sean luego totalmente necesarios para el camino a seguir de esa sociedad. esos marginales son van gogh, picasso o tantos artistas q han sufrido el rechazo social del grupo, de la mayoría, pero el reconocimiento postrero de sus valores para las generaciones siguientes.
a veces ese problema es grave, porque entre esos marginales puede surgir un Adolf Hitler, un vagabundo por las calles de Viena con delirios de grandeza y mucho ánimo de venganza.
quería compartir esta reflexión contigo y mandarte un fuerte abrazo desde Madrid.
Querido Agustín,
Muchas gracias por seguir mi blog. Guardo también los tuyos entre mis favoritos.
Respecto al tema de los marginales, cabe considerar que también existen dentro de sectores supuestamente avanzados ó alternativos individuos francamente mediocres que creen que con su adscripción se revisten con el manto de la verdad suprema. O sea que el cretinismo florece tanto en el campo ortodoxo como en el heterodoxo.
Un apunte: el pobre van Gogh no vendió un cuadro en vida pero Picasso pasó hambre pocos años. Entre 1907 y 1973 vivió a cuerpo de rey, reconocido como uno de los mayores pintores contemporáneos.
Un fuerte abrazo desde Barcelona
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