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jueves, 23 de septiembre de 2010

Percepciones

Cuando, en un intento por ampliar nuestro ámbito usual de percepciones, nos imaginamos una realidad “trans-temporal” lo primero que nos viene a la mente es un paisaje ideal con resonancias de paraíso, un paisaje lunar o cosas por el estilo. En realidad nunca ampliamos nuestra percepción habitual de “la realidad” sino que más bien fantaseamos con nuestra imaginación espacial. Quizás porque en nuestra cultura y en nuestro momento la vista y el espacio anteceden al oído y el tiempo. Si nos intentamos imaginar una realidad “trans-espacial” nuestra imaginación lo tiene mucho más duro: la superación del tiempo, a las malas, puede llegar a entrar en nuestros esquemas; la superación del espacio es otra cosa. Y sin embargo, tanto espacio como tiempo son modelados por nuestra mente y, consecuentemente, ambos pueden ser susceptibles de ser ampliados en su percepción. Es más, espacio y tiempo están íntimamente relacionados, y no solamente desde el punto de vista puramente físico. Para imaginarnos una realidad trans-espacial y trans-temporal no necesitamos fantasear con nuestra imaginación. Lo único que debemos hacer es tener plena consciencia de esta realidad. Los místicos, contrariamente a la idea que vulgarmente se tiene, tienen siempre esta conciencia sin escapar para nada del “aquí y ahora”. Para concluir que la descripción “la Tierra gira alrededor del sol” es más evolucionada que la descripción “el Sol gira alrededor de la Tierra” sin movernos físicamente de la superficie de nuestro planeta no se necesita otra cosa (aparte de los datos correspondientes a los movimientos planetarios) que ampliar el ámbito de nuestra percepción –cosa difícil de lograr, por otra parte, en el momento inicial-.

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