Vistas de página en total

miércoles, 24 de mayo de 2006

Advaita


Debido a las influencias de la cosmovisión oficial y ortodoxa, tendente a la percepción “chata” del mundo, muy a menudo caemos en la trampa de situar los objetos de nuestro raciocinio alineados junto a dualismos enfrentados. Concebimos polos opuestos –el blanco y el negro- y después situamos, en muchas ocasiones de forma puramente mecánica, nuestros objetos en la caja blanca ó en la negra. Haciendo ya un esfuerzo mayor, a veces establecemos un continuo entre el blanco y el negro y logramos matizar toda una escala de grises. Entonces solemos decir que el mundo real no es ni blanco ni negro, sino una combinación de ambos. Hemos utilizado los polos opuestos como entidades irreales cuya combinación ofrece toda la gama cromática de los objetos reales. Es como la historia del caballero que vuelve de las Cruzadas y, habiendo visto por primera vez a un rinoceronte, lo describe a su esposa como una mezcla de unicornio y quimera. Estableciendo este continuo, que nos hace ver el mundo de forma un poco más completa que la que en el modelo de las cajas estancas quedaba reflejado no eludimos, sin embargo, el dualismo primigenio. El proceso evolutivo de la conciencia, ya sea ésta referida a nuestras percepciones físicas, mentales ó de otra índole, no tiene lugar por matización progresiva dentro de la línea que une a los polos de un dualismo. El cambio real de estadio de conciencia se da solamente cuando nos percatamos de que existe una perspectiva privilegiada bajo la cual los opuestos no son más que epimanifestaciones de un único fenómeno en una dimensión de orden superior. El símil visual del segmento que resulta de la proyección de la rueda que gira es muy adecuado. Lo que en una perspectiva de orden unidimensional aparece como una polaridad entre los extremos del segmento resulta, contemplado desde una perspectiva bidimensional, en un movimiento giratorio circular en el que no existen polaridades. La ascensión a una dimensión de un orden superior es lo que constituye la esencia de la evolución real. Las matizaciones son muy útiles para cartografiar con más precisión el territorio conocido pero no para descubrir nuevos mundos.

No hay comentarios: