Voy –de nuevo- por la calle y observo como una bicicleta se dirige a buena velocidad hacia mi persona, esquivándome en el último momento, cuando yo ya debía poner cara de espanto. Por un instante pienso en el incivismo de que hacen gala los ciclistas. Enseguida apostillo: algunos ciclistas. Había creado una relación categorial falsa, de aquellas que te enseña a evitar la psicología cognitivo-conductual y que se resumen en aquello de tomar la parte por el todo. Entonces pienso que no es que los ciclistas sean incívicos, sino que en general muchos barceloneses lo son, ya sean ciclistas, automovilistas ó peatones. Pero después pienso que este tipo de aseveración exige bastante rigor metodológico para ser certeramente contrastada y que, previamente y de forma más acuciante, debo establecer un baremo de incivismo adecuado. Entonces pienso que quizás existen otras zonas del mundo donde se piensa más en el prójimo o, al menos, se tiene más conciencia de él y, consecuentemente, de la comunidad, de la res publica, en pocas palabras. Pero al poco pienso todavía que en las zonas donde hay más respeto a la comunidad suele haber también menos sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno, como si conciencia de comunidad con respeto al individuo estuviera en contradicción con ignorancia de la comunidad con compasión hacia el individuo. Entonces establezco una gradación vertical de conciencia/compasión y veo que las zonas descritas anteriormente se compensan: quizás las comunidades con más conciencia comunitaria han olvidado demasiado la compasión individual hacia los individuos. Estoy a punto del siguiente giro dialéctico cuando una nueva bicicleta me devuelve exactamente al punto de partida.
1 comentario:
La presente pagina, in continuo aggiornamento, è dedicata a coloro i quali volessero conoscere la metamorfosi subita dalla nostra città e nel contempo scoprire come essa è cambiata
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