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viernes, 10 de marzo de 2006
Humor
Cuando las vías de pensamiento lineal se vuelven absolutamente irracionales y kafkianas, sólo se pueden compensar con la contrapartida del pensamiento no lineal de supervivencia: el humor. Aunque sea a costa de una reversión ó lleve aparejada cierta carga de infantilismo; el valor del rescate psíquico no tiene precio. Es el mismo mecanismo que se aplica a una muy acertada secuencia de Les vacances de Mr. Hulot: mientras la parte “madura y respetable” de la clientela del hotel se encuentra reunida oyendo el catastrofista discurso del ministro por la radio, los niños, la chica y el protagonista se encuentran en el baile de máscaras que tiene lugar en el piso de arriba. Mientras Hulot esta bailando con la chica, cuando pasa cerca del fonógrafo, y con la elegancia de una verónica, ahoga la voz del ministro girando el botón del volumen, con la consiguiente alarma del primer grupo.
Según el propio Fellini, durante la etapa de montaje de sus filmes, cuando una parte del diálogo (que posiblemente él mismo había escrito) le fastidiaba especialmente, le decía al técnico de sonido que subiera el volumen de la música ninorotiana hasta ahogarlo. ¡Si esto se pudiera hacer en la vida ordinaria!
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