Vistas de página en total

lunes, 30 de enero de 2006

Los cinco sentidos


De la misma manera que nuestra civilización ha otorgado a la función racional una importancia muy por encima de las otras funciones psicológicas, entre los diferentes sentidos se ha otorgado un protagonismo muy fuerte a la vista, a costa de los otros. En el habla habitual, asignamos de una manera intuitiva a cada sentido fisiológico una contrapartida psicológica. Así, decimos olfato por intuición; vista por habilidad; oído por atención ó relación; tacto por cautela; y gusto por placer ó querencia. La vista –Urano- es el sentido más rápido, pero también el más superficial, en contraste con el oído –Saturno-, que es más lento, pero más profundo, a la vez que necesita más energía psíquica para ser activado. Los sentidos más primitivos, el gusto, y, especialmente, el olfato, son los que más fácilmente nos pueden poner en contacto con un pasado remoto (el que diríamos que se halla en una zona no tan accesible del holograma según el modelo de Bohm/Pribram). La energía psíquica con la cual se activa el olfato es tan tenue que permite fenómenos como el de la magdalena de Proust.

No hay comentarios: