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martes, 10 de enero de 2006

Toujours la Pataphysique


Una de las perversiones favoritas de esta civilización decadente consiste en sustituir la realización del trabajo bien hecho y con sentido de la responsabilidad por la acomodación a unas reglas, normas y procedimientos escritos. Ello sirve para que una gran parte de la gente pueda pasar el rato escribiendo, rescribiendo y volviendo a escribir reglas, normas y procedimientos; y el resto del personal se dedique no a llevar el “verdadero trabajo” adelante, sino a hacer “cosas” de acuerdo con las reglas, normas y procedimientos. Otros se pasarán todo el rato preparando presentaciones para demostrar cómo funcionan las reglas, normas y procedimientos, que serán juzgadas por los que las han parido. Ni Alfred Jarry lo hubiera imaginado mejor. Como decía hace poco J. Saramago, a base de aplicar en todo momento la racionalidad y nada más que la racionalidad, hemos creado la sociedad más irracional que se pueda imaginar.

Esta pobrecita época en que vivimos es enormemente pecadora, pero hay un pecado que supera a todos los demás: la soberbia. La soberbia colectiva, asociada a una casi infantil confianza en el sistema y sus popes (científicos, economistas,...), pero también la individual, que crece a medida que la autoestima decrece. El proceso de substitución de autoestima (visión reposada y hasta distanciada de uno mismo y su entorno) por soberbia (o ego invidente y alienante) está haciendo estragos en nuestro aparentemente floreciente entorno.

Hemos confiado el poder, la organización, las responsabilidades más básicas a los más mediocres creyendo que podríamos salir ganando, que los podríamos manipular fácilmente. Todos saldremos perdiendo. Esta Civilización Occidental, Era de Peces, Eón del cristianismo llámese como se quiera, está ya preparada, como todas las que la han precedido y todas las que vendrán, para ilustrar una vez más el enunciado del 2º principio de la termodinámica que afirma, más o menos, que cualquier cosa abandonada a si misma acaba yéndose a freír espárragos.

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