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miércoles, 12 de febrero de 2020

Trans-narrativas



                        En varios de sus primorosamente escritos y bien calculados pequeños best-sellers, el filósofo Byung-Chul-Han contrapone la actual tendencia a la desconexión de emociones a la anterior construcción de sentimientos a partir de una narrativa enlazante y articulante de tales emociones. Quizás sea por mor de superar tal situación que hoy en día buscamos y construimos las narrativas por doquier. En una presentación de resultados relacionados con experimentación en ciencias naturales, en el diseño de un concierto, en la presentación de obras plásticas, se tienen que construir narrativas para que nuestro producto sea comprado. En el caso de las ‘ciencias duras’ se está constantemente cotejando unos resultados con unas hipótesis que se habían planteado previamente dentro de un determinado paradigma. Con el arte, y dada además la pobreza de referentes, las narrativas sirven para descontextualizar las obras y poderlas ofrecer a un público cualquiera independientemente del grado de exposición o riqueza de referentes que posea. Esto es postmodernidad pura, y no hay que perder de vista que cualquier narrativa es posible y todas son igualmente válidas. El problema es el de siempre: esta situación lleva a una estasis que previene ulteriores desarrollos. Históricamente, los científicos más lanzados han buscado siempre un grano de arena que desequilibre el mecanismo-paradigma a fin de inventar algo nuevo y excitante (siempre después de asegurarse de que sus resultados anómalos no fueran debidos a errores experimentales). Hoy en día -salvo algunos casos en la academia- parece que se prefiera construir un producto acabado sin fisuras a inventar algo nuevo (¡ya sé que lo último es privilegio de muy pocos!). En el caso del arte, para evolucionar siempre hay que conocer para poder negar y crear cosas nuevas. De lo contrario se estarán repitiendo cosas fuera de contexto, nada más. Me gustaría responder a Byung-Chul-Han que la siguiente etapa no representa el regreso al paraíso perdido, sino que construye un futuro en constante evolución y que la transracionalidad puede partir perfectamente de la a-narratividad. Para volver a conectar las emociones de manera diferente hay que pasar por la desconexión que tanto le fastidia.

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