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miércoles, 1 de enero de 2020

Bon Any Nou!!



Hace justo un año, cuando deseé un buen 2019 con una selección de cuartetos de cuerda, uno de mis más fieles lectores me sugirió que ofreciera una selección musical de conjuntos de viento. Mis buenos deseos para 2020 conllevan tal selección. Los instrumentos –¡y con ello los instrumentistas! - de viento son casi lo contrario que los de cuerda. Al arco interminable que disimula su articulación se opone el fiato o exhalado la percepción de cuyos contornos incluso se agradece. Los instrumentos de viento vienen a ser la representación musical del prana, que en la cosmogonía hindú se corresponde nada menos que con la fuerza vital. Una de las múltiples clasificaciones de los instrumentos musicales se corresponde con el grado de intimidad que guardan con el cuerpo de quien los tañe. Desde las percusiones y los teclados, que exigen –por razón de su mecanismo de choque- cierta distancia, y pasando por los arcos a los que se acaricia y la guitarra a la que se abraza, se llega a los instrumentos de viento, que son los que presentan mayor interconexión, precisamente a través del prana. Los tópicos quieren que los flautistas sean gráciles, los oboístas espirituales, los clarinetistas clownescos, los fagotistas huraños, los trompetistas histéricos, los trompistas neuróticos, los trombonistas elegantes… pero todo esto no dejan de ser estereotipos. Todos ellos, eso sí, usen lengüeta, caña, embocadura o rendija, generan su sonido a través del prana (ventaja que comparten con los cantantes). Las composiciones de cámara para conjunto de viento presentan así una característica única:

-El compositor veneciano Giovanni Gabrielli fue probablemente el inventor de los conjuntos de metal.. Muchas de sus composiciones fueron pensadas para ser interpretadas en la basílica de San Marcos por grupos separados de instrumentistas (también inventó, por tanto, de alguna manera, la música estereofónica).
-G.F.Haendel fue, probablemente, el compositor más variado del barroco. Frente al arquitecto Bach, quien nunca abordó géneros teatrales o la música de ocasión, el ingeniero Haendel se movió alrededor de todos los géneros de su época. Algunas de sus músicas admiten generosamente arreglos para conjunto de metal, especialmente las  teatrales y las ocasionales.
                          -En plena época central de la Modernidad, la música del clásico W.A.Mozart conviene al grupo de viento como anillo al dedo. La complejidad hecha sencillez.
                        -Ciento cincuenta años más tarde el clasicismo volvió a aparecer y, con ello, un nuevo gusto por los conjuntos de viento, que habían prácticamente desaparecido de la escena durante el Romanticismo. La instrumentación definitiva del Octuor de Stravinsky (1923), originariamente concebida para teclados (¿?) se presentó en forma de sueño. Pequeña joya del contrapunto, cuando alcanza el clímax de complejidad, se desvanece de forma àgil, elegante y precisa.
                        -La nueva objetividad encontró en los conjuntos de viento su instrumento favorito, como ilustra una de las más celebradas piezas camerísticas (1922) del primer P.Hindemith.
                        -Por las mismas fechas algunos compositores más avanzados como E.Varèse también se sirvieron de los conjuntos de armonía para realizar sus experimentos (1923).
                         -La primera obra estrictamente dodecafónica (1924) fue también escrita para conjunto de viento.
                         -El lirismo mediterráneo de D.Milhaud se revela en su música, siempre solar. El sol de la Provenza, el sol de Rio de Janeiro, el sol de Israel tienen su eco en la obra 1939) de este autor, cuya autobiografía comienza: “Soy francés de la Provenza y de fe judía”.
                       -Una de las últimas piezas del período ruso de su autor (1920), que utiliza las diferentes células musicales para crear una temporalidad propia. La última sección, el coral dedicado a la memoria de C.Debussy, desvela el carácter ritual de la obra, una de las más impresionantes escritas para conjunto de viento.
                        -Al igual que pasaba con el caso de Mozart, en la obra camerística de Poulenc, bien el trio (1926) o el sexteto (1932) el encanto disfraza la complejidad y nos la sirve con tintes juguetones, melancólicos y maliciosos.
                   -Siempre he sentido debilidad por la música de A. Honegger. Confieso que utilizo su luminoso Concerto da Camera (1948) para ponerme de buen humor.
                     -G.Ligeti versionó seis fragmentos de su pianística Música Ricercata en 1953 para quinteto de viento. En esta ejecución se nos ofrece una acción escénica particularmente atractiva. 
                     -El último e incompleto ciclo de K.Stockhausen Klang (2004-2007), dedicado a las 24 horas del día, contiene una serie de conjuntos de viento todos ellos basados en las mismas fórmulas musicales. Dado el carácter de la obra (que se correspondería con un “libro de horas”), la aproximación al rito -como en el caso de Stravinsky- se vuelve a hacer evidente. Las horas quinta,  (pieza para solo de la que derivan las siguientes), sexta, séptima, octava, décima, undécima y duodécima de Klang constituyen una de las últimas maravillas escritas para conjuntos de viento.

                        Feliz 2020!!

2 comentarios:

Lluís P. dijo...

Fratello,

es una suerte que tu memoria se acuerde de mi sugerencia cuando ésta se hizo... ¡hace un año! Voy a tomarme mi tiempo para saborear con calma tu selección, seguro que no me defraudará. Sólo comentarte que los compositores del Barroco son mis preferidos en lo que a los instrumentos de viento se refiere (demasiado "clásicos" para tu gusto, lo sé, jajaja).
Eternamente agradecido y... ¡feliz año!

fp
PD: para el año que viene, ¡tema libre!

carles p dijo...

Fratellino,

Los conjuntos de viento han florecido especialmente en tres períodos: el Renacimiento, el Clasicismo y el S XX. La gran mayoría de la música barroca que se interpreta por grupos de metal toca en realidad arreglos ad hoc. Pasa como con los compositores románticos: cuando he buscado música de viento del XIX solamente he encontrado obras de compositores de muy bajo nivel. Los conjuntos de viento han interesado especialmente en épocas clásicas (Renacimiento/Clasicismo/S XX) mientras que han estado ausentes en épocas no-clásicas (Barroco/Romanticismo), cuyos productos han resultado especialmente de la fusión de las cuerdas con los vientos o los teclados.
Gràcies i Bon Any!!

fp
Voy pensando temas para el año que viene ...